Abraham tenia una palabra definida de Dios respecto a su futuro. Sabia que le habia prometido Dios, pero no tenia indicacion de cuando seria cumplida la promesa. Lo mismo nos sucede a menudo a nosotros. Mientras estamos esperando que nuestra promesa se manifieste - esperando una irrupcion- podemos crecer frustrados o impacientes. Estar sentados en la sala de espera de la vida no siempre es facil.
En cuanto Dios nos habla o nos muestra algo, tendemos a entusiasmarnos y a concentrarnos en esa revelacion. Es como si estuvieramos "embarazados" de lo que Dios ha dicho. Ha sembrado unas semillas en nosotras; asi es que tenemos que iniciar un tiempo de preparacion antes de que esas semillas puedan producir fruto. estas temporadas de preparativos nos equipan para que manejemos lo que Dios haya prometido darnos o hacer por nosotras.
Este proceso es analogo a la gestacion y parto de un nino. Primer, se siembran unas semillas en el utero de la madre, luego se requiere un tiempo de preparacion (nueve meses de espera), y despues, por fin, el bebe nace. Durante los nueve meses, muchas cosas les suceden a la madre y al nino. Las semillas crecen hasta madurar, mientras el cuerpo de la madre se prepara para el parto, y la familia prepara todas las cosas que hacen falta cuando hay un nuevo bebe en la casa.
Del mismo modo como se produce el desarrollo ene l lugar secreto del utero, de la madre, tambien hay mucha actividad que se desarrolla en la esfera espiritual, concerniente a las promesas de Dios para nuestras vidas, y no podemos verlas, asi como no podemos ver multiplicarse las celulas de un feto. El hecho de que no podamos ver o sentir ningun progreso no quiere decir que no este ocurriendo nada.
Dios hace parte de su mejor trabajo en secreto; se delieta en sorprender a sus hijos. Lo sepa usted o no, Dios esta ocupado haciendo que a usted le pasen cosas buenas, en este mismo momento! Dele tiempo a Dios y vera!
que hermosa pagina, ha sido de bendicion para my vida
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