“Jehová está en medio de ti, poderoso, Él salvará. Se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos" (Sofonías 3:17).
"Jehová se manifestó a mí ya hace mucho tiempo, diciendo: ‘Con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué mi misericordia. Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel. Todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas.'" (Jeremías 31:3-4).
Hijo mío, tan cierto como sale el sol en el cielo, así es Mi amor por ti. Con la llegada de la aurora, Mi corazón late con entusiasmo ante la perspectiva de pasar Mi día contigo. Por la noche te guardaré y vigilaré (Salmo 32:8). Por la noche hago planes que quiero compartir contigo. Sí, por la noche Mi corazón late en anticipación de los tiernos momentos entre nosotros.
A medida que tus ojos parpadean con el despertar, recuerdos de momentos pasados cautivan Mis pensamientos, incrementando Mi deseo de comunicar, de compartir. A veces no puedo esperar hasta la mañana, así que derramo mis sueños y visiones durante tus momentos de descanso (Hechos 2:17). Estar contigo es Mi actividad favorita.
Vivimos el uno para el otro. Ninguno está completo sin el otro. Hijo, tú eres el rocío de la mañana para Mí, consumiendo cada momento de Mi existencia, permeando profundamente hasta el mismo centro de mi ser (Deuteronomio 32:2).
Pero, falta algo. He arribado sobre las alas del viento para encontrarme contigo, sólo para encontrar que nadie estaba allí. Mi corazón anhela, desea, me duele. Mi esencia misma añora comunión. ¡Oh, cómo te he extrañado!
Las ocupaciones de la vida han devorado tus días, haciendo que el pozo de vida se estanque dentro. No puedo soportar esto. No puedo verte así cuando tengo tanto para dar.
Tú pozo está formado de fuentes subterráneas de devoción entre nosotros. No puedo esperar más. Me empuja Mi gran amor, empujado por las alegrías pasadas. Vengo, interrumpiendo, para agitar tu pozo, para extraer del pozo de salvación dentro de ti (Isaías 12:3).
Sí, veo las muchas cosas que haces por Mí y son buenas, pero nunca pienses que hacer cosas por Mí es lo mismo que estar conmigo. Yo no te amo porque "haces." Te amo porque eres.
Abre tu corazón. Deshazte de cualquier subestimación que puedas sentir por el tiempo de separación. Estoy esperando con los brazos abiertos. Abre tu ser más íntimo, porque estoy aquí para agitar los recuerdos de nuestro dulce intercambio de susurros, de nuestras declaraciones de amor mutuo. Estoy cantando para ti, Mi rocío de la mañana. ¡Oh, cómo te amo!
Oración
Mi corazón se derrite por Tu dulce amor. Mi ser más íntimo te busca, para responderte. Tu perdón lleno de gracia fluye por dentro de mí, al entregarme a Tus preciosos cuidados de cautivante deleite. Dejo el ajetreo de mi vida para estar Contigo.
¡Oh, cómo te he extrañado! Derrama en el pozo de mi vida, en los lugares profundos de mi anhelo, para que pueda escuchar los susurros de Tu corazón. Muéstrame cosas inescrutables que yo no conozco. Te amo por quien eres, no por lo que has hecho por mí. Deja que la ternura me cultive. Fórmame mientras me guías con Tu bondad. En la noche, al poner mi cabeza sobre la almohada, hazme consciente de Tu presencia etérea para que pueda levantarme en la mañana con el rocío de Tu nombre sobre mis labios. Mientras permanezco sentado aquí, cautivado por Tu presencia, háblame, estoy escuchando. Amén.
Reflexione y escriba en su diario
¿Qué le hace sentir el pensar que su Padre celestial le canta, espera por usted, y anhela pasar tiempo con usted?
Medite en esto: "Estar contigo es mi actividad favorita."
Escríbale una carta de devoción.
Proporcionado por Brenda Craig, de Journals of the Heart.
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