La esteril Ana vino al Senor llorando y angustiada por un hijo. "Jehova de los ejercitos, si te dignares mirar a la afliccion de tu sierva, y te acordares de mi, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varon, yo lo dedicare a Jehova todos los dias de su vida" (1 Samuel 1:11). Esta es la prmera oracion de una mujer que se registra en el Antiguo Testamento.
En su tiempo, Ana concibio y dio a luz un hijo al que le llamo samuel, diciendo: "Por cuanto lo pedi a Jehova" (v. 20). Cada vez que ella llamaba a su hijo por su nombre, recordaba la fidelidad de Dios. Cuando ella llevo al pequeno Samuel a vivir en el tabernaculo con Eli, dijo: "por este nino oraba, y Jehova me dio lo que le pedi" (v. 27). Entonces adoro alli a Jehova.
Mas tarde vemos que la vida de oracion de Ana ha madurado. Ella comienza con una efusion de alabanza a Dios por su poder y justicia, y al final, profetisa que Dios dara poder a su Rey, en una tierra que nunca antes habia sido gobernada por un rey! (vease 1 Samuel 2:1-10).
Finalmente, su hijo primogenito, Samuel, ungiria al primer rey de Israel.
Como una madre piadosa, Ana sin dudas or insitentemente por cada uno de sus hijos, tres hijos y dos hijas, durante toda su vida. La oracion de Maria antes del nacimiento de Jesus se asemeja a la magnifica oracion de alabanza de Ana. Ya que las oraciones de estas dos mujeres estan registradas, pueden servir como modelos para nosotras para orar en alta voz, y pueden tambien alentarnos a escribir nuestras propias oraciones como un legado para nuestros hijos.
Pudiera orar como yo lo hice hace algunos anos: "senor, como lo hicistes por Ana, toma esta hija mia/hijo mio________(nombre); te la/lo entrego a ti, por toda su vida, estara dedicada a ti" (vease 1 Samuel 1:28)
Dedicar nuestros hijos al Senor ya sea en un culto en una iglesia o en el hogar, significa que no solo dependeremos del Senor para ayudarnos a criarlos, sino que aceptaremos a nuestros hijos tal y coo Dios los hizo. Tenemos que aprender a orar mas efectiva, ferviente, frecuente y confiadamente, para que el proposito de Dios se cupla en cada uno de ellos. Aprendemos a orar por nuestros cuando
(1) se los entregamos a Dios,
(2) cuando los perdonamos, y
(3) los amamos incondicionalmente.
Algunas madres guardan profundos resentimientos hacia sus hijos. Creanme, la mayoria de nosotras experimentara algunos desenganos de nuestros hijos jovenes, esto va unido a la tarea de padres. Pero si queremos que nuestras oraciones sean respondidas, Jesus nnos dice que teemos que perdonarlos continuamente (vease Mc. 11:25).
Si tiene momentos dificiles algunas veces al amar a sus hijos, menos aun al agradarse de ellos, podria tratar de parafrasear Romanos 5:5 asi: "Dios, derrama tu amor en mi corazon por el Espiritu Santo para que yo pueda amar con tu amor"
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