Ana estaba desesperada. Quizas mas que cualquier otra mujer en la Biblia, estaba impulsada absolutamente por la desesperacion, y esta la llevo a un lugar de insistente oracion y gemido ante el Senor. Ella abandono su dignidad, olvido la fomalidad y suplico a Dios con toda su fuerza que le diera un hijo.
Ella tuvo que luchar por su proposito. No hay dudas que tuvo que luchar contra el dolor de insuficiencia dentro de ella. Tambien tuvo que luchar contra la crueldad de la otra esposa de su marido que la "irritaba, enojandola y entristeciendola, porque Jehova no le habia concedido tener hijos" (1 Samuel 1:6). Y ella tuvo que luchar contrauna larga y recurrente batalla con el desaliento y desgracia social en su cultura del Antiguo Testamento.
Pero Ana tenia un ferviente deseo en su corazon. Ella rehuso a dejarlo salir hasta que, como dice la Biblia, habia "derramado (su) alma delante de Jehova" (1 Samuel 1:15). Ana estaba dispuesta a ir a la guerra con tal de cumplir su proposito para el cual ella creia que Dios la habia llamado. Ella luchaba con algunas de las mismas armas que estan disponibles para las mujeres de hoy: lagrimas, oracion, fe, pasion. Ana tambien hizo y cumplio una promesa al Senor, prometiendole dedicar a su hijo a su servicio si El simplemente le permitia tener un hijo. Dios vio sus lagrimas. El oyo sus oraciones y recompenso su fe, y respondio a la pasion de su quebrantado corazon.
Mujer de Dios, desarrolle un celo por cumplir con el proposito de Dios para usted. Ponga pasion en sus oraciones. Llegue hasta el punto que usted tambien pueda decir: "He derramado mi alma delante de Jehova" Y cuando lo haya hecho, como Ana, pueda dejar su lugar de oracion en paz. Que encuentre el favor del Senor y que Dios le conceda los deseos de su corazon (1 Samuel 1:17,18)
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