Dios siente lo mismo cuando dedicamos unos momentos del día tan solo para El. Nosotros sabemos que amamos a Dios, ya que le contamos nuestros problemas, le pedimos que nos ayude, le pedimos por nuestra familia. Por tantas cosas. Pero...¿Te has dedicado un momento al dia tan solo para amarle?...a decirle palabras lindas, a decirle que lo adoras, que le necesitas. Darle, sin pedirle nada, solo estar con El...en silencio, o cantando para El. Yo muchas veces yo le digo: Dios mio...abrazame...y me quedo en silencio, y mis lágrimas brotan por esa comunión íntima sin palabras. Nuestros espiritus unidos, somos uno en esos momentos y me siento elevada por los aires y todos los problemas se hacen pequeños ante Su grandeza. Y comienzo muy despacio a darle gracias, a decirle que sin El yo no sería nada, que mi vida está a sus pies. Yo me abrazo a El, y le digo que lo amo, una y otra vez, le digo te necesito para poder respirar, poder vivir que no hay nada más importante en la vida para mi que Su Presencia. Luego le canto una canción muy despacio y siento su aroma inconfundible de una paz infinita, que llega y toca las fibras más íntimas de mi ser. En esos momentos, no le pido nada, no le menciono mis problemas porque El ya lo sabe todo, solo me dedico a amarle y a darle las gracias. He tocado el corazón de Dios mas de una vez, porque cuando me levanto al otro día, muchas veces los problemas ya se han solucionado, mis lágrimas ya son sonrisas, y puedo hablar de amor porque he recibido de Su amor. Pero...antes de eso, debemos confesar, reconocer y aceptar que no es por las muchas cosas que podamos hacer por la Obra de Dios, sino que es por Su pura gracia y bondad, es por Su gran amor, que me da sin pedirme nada, tan solo mi entrega incondicional, con todos mis defectos, con todos mis errores. El se deleita cuando le amamos, El se derrite ante nuestras demostraciones de amor, El se alimenta con nuestras alabanzas y se empequeñece para venir a nuestro lado y decirnos: Aqui estoy amada mia, aqui estoy, yo soy tuyo y tu eres mia. Que bendición ser hijas del altísimo, Salvador del mundo, Creador del Universo.
Bendiciones
Que hermoso!, yo tambien he tenido momentos asi con Dios, momentos en que le canto o le digo que lo amo y que es lo mas importante para mi, que mi vida no vale nada y no tiene sentido sin El. He experimentado ese llanto que mencionas, la emocion de decirle que tome mi mano y no la suelte, quedarme en silencio y sentir que esta tomando mi mano tambien. Es hermoso nuestro Dios!!
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