Desde el Antiguo Testamento era conocida esta maravillosa experiencia, que luego fue descrita tan vividamente por el Señor Jesucristo en Juan 7:37-39 y que posteriormente, los discípulos pudieron evidenciar y palpar en Pentecostés; quedando ahora en espera de ser disfrutada por aquellos que se acerquen a Dios con un corazón lleno de fe y embebido de obediencia. Esta fue la experiencia de dos mujeres, sencillas, que creyeron al Dios de Israel y que pudieron disfrutar de la abundante provisión derramada por el Espíritu Santo en sus corazones, en sus familias y en sus casas.
1. LA VIUDA DE SAREPTA: UN EJEMPLO DE FE Y DE VALOR 1 Reyes 17:8-16
- Aunque era extranjera, había oído hablar del Dios de Israel, a quien creía aún sin conocerlo. Había fe en su corazón para creer en el Dios vivo y en el profeta que Él había escogido
- Fue esa fe la que también le hacía respetar y tener temor reverente hacia el Dios de Israel, al punto que obedece con prontitud, aunque esto era verdaderamente difícil en las circunstancias en que se encontraba, pues significaba colocar en riesgo su vida y la de su pequeño hijo
- Fue la fe de esta mujer, la que le permitió en medio de una profunda escasez, dar de lo poco que tenía, y luego ver cómo la generosidad es recompensada cuando nace de un corazón que se deja impactar por Él
- Fue también por esta fe, inocente y pura, que Dios la escogió como instrumento para dar sustento y abrigo a su siervo y profeta, Elias, obteniendo ella misma y su familia una incomparable bendición; pues la harina de la tinaja no escaseó ni el aceite de la vasija menguó. Hubo provisión para ella y su familia en medio de la grave crisis ambiental que experimentó toda la región, a causa del pecado de Israel.
Uno de los símbolos del Espíritu Santo es el aceite, y también cuando éste encuentra un corazón lleno de fe y de obediencia, no tarda en actuar, produciendo una inagotable provisión de paz, de poder, de alegría y de sustento, a las vidas de las personas, supliendo sus necesidades y dándoles fortaleza para salir victoriosos siempre y en toda circunstancia. Todo con el fin de que el nombre del Señor sea glorificado y muchos crean en Él y sean salvos.
2. LA UNCIÓN VA HASTA DONDE ALCANCE LA FE 2 Reyes 4:1-7
- Veamos ahora el caso de otra mujer, esta vez israelita, y cómo experimentó ella la provisión Divina:
- Hay fe en su corazón para creer en el Dios de Israel y en el profeta que Él ha levantado. Esto hace que ella se anime a contarle su problema, a escuchar su dirección y a seguirla con prontitud, sin cuestionamiento alguno
- Cuando ya no hubo más vasijas, cesó el aceite. Si hubieran reunido más vasijas, el aceite se hubiera seguido multiplicando.
- Fue tan grande la provisión que dio el aceite, que alcanzó para liberarse de todas las deudas y vivir de lo que quedó, toda una familia.
APLICACIÓN A SU PROPIA VIDA
Así también sucede con el aceite de la unción del Espíritu Santo, necesita gran cantidad de recipientes vacíos para Él llenarlos y derramar así una bendición incalculable sobre vidas, hogares y pueblos enteros. Si presentamos hoy un corazón limpio, vacío de esquemas, paradigmas, dureza, incredulidad, altivez, autosuficiencia, rencores y amarguras, indudablemente Él lo llenará. Lo sobreabundará con su amor, su ternura y su poder. Entonces, la crisis se convertirá en una hermosa oportunidad para contemplar la gloria de Dios y fruto de esto, muchos creerán, volverán sus corazones a Dios y recibirán su salvación.
FUENTE: MUJER CRISTIANA HOY
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